La imagen poética de una mujer rusa con el vestido de la provincia de Moscú es un retrato del artista siervo Conde Sheremetev Ivan Argunov. El retrato fue pintado en 1784.
Una mirada misteriosa y clara, en la que brillan la modestia y la amabilidad, en toda su apariencia hay una especie de silencio y tranquilidad. Una hermosa imagen femenina transmite una armonía especial del mundo interior. Está lleno de dignidad y nobleza.
Una mujer con un traje festivo. kokoshnikbordado con hilos de oro, un vestido rojo con trenzas, cantado más de una vez en canciones populares rusas, una camisa blanca como la nieve y cuentas de coral brillantes alrededor del cuello, que en Rusia se llamaban "draconitas". Mirando la imagen de una mujer desconocida, sientes una especie de paz en tu alma, ella, por así decirlo, da esa sensación de silencio, hechiza con su tranquilidad. Y por alguna razón no quiero tratar de averiguar qué está pensando esta mujer, al contrario, es mejor quedarse quieto y mirar, mirarla.
Los investigadores han luchado durante mucho tiempo por el acertijo: quién es esta mujer. Como siempre, se presentaron muchas versiones. Y hoy los expertos han llegado a la conclusión de que el retrato de I. Argunov representa a la artista del Teatro Serf de Sheremetevs: Anna Izumrudova-Buyanova.
Todos los Argunov eran artesanos siervos: el padre Alexei, el famoso modelador, que creó los jarrones del parque Kuskovo, el hermano Fyodor, el arquitecto de la fortaleza, supervisó la construcción del invernadero, las cascadas y la casa china en Kuskovo. El propio Ivan Argunov estudió con Groot en su juventud e incluso lo superó.
En 1753, junto con Antropov, Ivan Argunov fue reconocido como uno de los mejores artistas rusos. Fue él a quien se le dio a estudiar Losenko y Golovachevsky, en el futuro pintores famosos. Los hijos de Ivan Argunov se convirtieron: uno en arquitecto y los otros dos en pintores.
El patrimonio nacional más rico se guarda en los museos, que es propiedad de la cultura tradicional de Rusia. Al contemplar las obras maestras del arte, admira lo sabio e inventivo que es un ruso, las ricas oportunidades espirituales de las que está dotado.