¡Viajar está de moda entre los rusos hoy! Algunas personas incluso compiten entre sí que visitarán más países y ciudades. Traen miles de fotografías, se las muestran a amigos, novias, se lucen, cuentan sus impresiones.
A primera vista, viajar es un pasatiempo muy bueno que amplía los horizontes, enriquece los conocimientos y genera muchas impresiones positivas. Así es, pero solo si no está convirtiendo la pasión por viajar en una pasión. Usted hace su trabajo favorito, el hogar y la familia, y cuando llega el momento de las vacaciones, se va de viaje, un par de veces al año.
En este caso, viajar es un gran pasatiempo y relajación, pero algunas personas son tan adictas a los viajes que eclipsan todo lo demás. Viajar se convierte en una pasión y la gente deja sus trabajos, alquila un apartamento y vive en un país asiático, luego en otro, pensando que esta es la vida más feliz.
Me las arreglé para hacer muchos viajes, y por mi propia experiencia sé que todo, incluso lo más hermoso y brillante, eventualmente deja de impresionar y brindar placer. Así fue conmigo, estaba harta de viajar y no veía nada nuevo en ellos. Me costó un gran esfuerzo volver a una vida plena, retomar el trabajo que amaba.
Lo logré, pero muchos no lo lograrán y no lo lograrán. En cualquier caso, no podrás viajar toda tu vida. Estos son casos raros en los que una persona logra hacer que viajar sea el trabajo de toda su vida, como Fedor Konyukhov. Solo hay unas pocas personas como él, y la mayoría, a cierta edad, no encontrará la fuerza para viajar. ¿Y entonces que? Cuando en los últimos años una persona no pensaba en nada, solo perseguía impresiones.
Como resultado, los viajeros especialmente entusiastas, su pasión desfigurará el resto de sus vidas, ya que las personas no podrán adaptarse a la vida cotidiana, donde afuera de la ventana de la casa está el mismo paisaje, donde no hay nada exótico y maravilloso. Aunque la vida ordinaria, tan gris a primera vista. Pero en realidad, incluso viviendo en un pueblo pequeño sin ningún viaje, una persona puede llevar una vida brillante llena de impresiones y felicidad. Porque la felicidad a largo plazo no depende de los paisajes y bellezas fuera de la ventana de tu coche, no de las impresiones externas fugaces, sino de lo que hay dentro de nosotros. Y si una persona no entiende esto, ningún país exótico, ninguna capital cultural lo hará feliz, perseguirá al mundo hasta que se le vayan las fuerzas, y entonces el vacío y la decepción llenarán su alma y su mente. Después de todo, la vida a la que estaba acostumbrado ha pasado y nunca volverá.