La vida de los ciudadanos soviéticos era difícil, y la vida de una mujer soviética es doblemente difícil, era necesario seguir el ritmo en todas partes, tanto en las obras de construcción del comunismo como en casa. A pesar de las muchas dificultades y peligros que acompañaron la vida de una mujer soviética en las décadas de 1920 y 1930, había más gente feliz en esos días, porque tenían una gran idea en la que creían.